6 abr 2009

Melodías


Estaba a unas cuantas hojas de terminar la redacción de mi última novela y fue en aquel entonces donde tuve un escalofriante sueño en el cual perturbo mi mente y la cegó de una extraña manera para cambiar en su totalidad a la historia. Con sinceridad lo digo, no había dejado nada en el texto, ni siquiera un pedazo de mi alma, tan solo era una estupida novela romántica, un romance barato. El perturbador sueño consistía en una amplia habitación de un casa donde todo parecía muy calmo salvo por una hermosa melodía que surgía de un piano, tanta tranquilidad era inquietante, mi persona caminaba por todo el cuarto en la búsqueda de cierta situación que me intrigaba, pasando por todas las piezas hasta que se topa con una misteriosa puerta que estaba cerrada que conducía al baño de la habitación. Al abrir la puerta todo estaba en su lugar, excepto las cortinas de la bañadera que estaban manchadas con un color rojo, me acerco hacia la bañadera y observo que esta rebalsada en sangre pero pareciera que no hay ningún cuerpo en la misma. Sin ninguna impresión y sin titubeos lentamente voy metiendo mis propios pies en esta bañadera hasta sumergirme por completo, lo que en verdad me impacto fue la naturalidad para hacer semejante acción y además percibía una leve sensación de placer. Me detengo por algunos segundos debajo de sangre aguantando la respiración y como un abrir y cerrar de ojos me despierto en mi cama atemorizado con mi esposa a mi costado izquierdo.

Desde que fui portador de este sueño ya hace dos días aproximadamente, no eh sido capaz de finalizar la historia de mi novela siendo inclusive que tan solo le faltaba un párrafo para determinar el cierre de la misma. Continúe haciendo intentos para darle la terminación a la novela pero los esfuerzos eran totalmente en vanos, hasta podría decir que había escrito mucho más de lo que hacía diariamente pero por algún motivo no podía recordar cuando lo escribía. Después de unas horas de descanso que me daba, retomaba la lectura con los escritos que había realizado y hacían que mí ser este inquietante. Por algún motivo desconocido todos los trabajos que estaba haciendo trataban de temas macabros y con un tono de agresividad que yo comprendía, algunos englobaban desde cuerpos mutilados, mensajes en las paredes, entre lo poco que me anime a leer ya que en verdad mi estado de animo estaba muy frágil.

No se porque, pero había un pequeño párrafo escrito por mi que me llamaba severamente para su lectura, casualmente estaba escrito con letra cursiva y era inusual en mi persona porque solo escribía de esa manera para citar a ciertos autores. Sin pensarlo decidí por leerlo, me asusto. El mismo relataba el final de una historia que nunca se había visto y con una conocida mano de ocultismo que yo constantemente utilizaba cuando era mas joven. En fin, por lo que recuerdo decía algo similar a lo siguiente:

“El viento se oculto detrás de los árboles y solo los desesperantes gritos se escucharían adentro del hogar. La melodía del piano empezó a sonar. El pequeño iluso intenta darse a la fuga por la puerta que conduce al ático, ya no tiene ninguna posibilidad de escapatoria. La mujer corre por las escaleras hasta llegar al segundo y ultimo piso de la casa en busca de un arma de fuego, ingenua al no saber que nosotros la hemos escondido en el auto. Ve por la mujer, el niño ya no tiene ninguna huida. Vete a la cocina y busca un arma blanca tal como un cuchillo. Corre mientras subes las escaleras y presencia los acordes de este hermoso piano, puedes escuchar los latidos de los corazones, aquellos alarmantes nervios y la sensación de desesperación dominara a estos. Ya no tienen ningún escape, la melodía esta por terminar.

Estaba muy agitado y transpirado cuando lo termine de leer, en verdad me sentía muy cansado, poseía una gran emoción de culpa en estos momentos, podía presenciar el abismo como me atrapaba en las jaulas de tinieblas que encierran a los culpables.

Ahora, en el final de la historia lo puedo ver claramente, me di cuenta de lo que soy y fue de esta manera como decidí terminar el texto, había concluido la novela con una paginas mas de mis memorias con un hecho concreto de mi vida, el día de hoy 4 de Julio de 1920, había tomado la vida de mi mujer y de mi propio hijo y un extraño futuro me esperaba mas allá de estas hojas.

Una pequeña porción de mi alma quedo aquí, quizás era esto lo que le faltaba a mi novela para concluirla.



Mariano Salaverry, 2008.-


1 comentario:

Marianela dijo...

uy Mariano.. no se ni como llegue a esta pagina, pero sinceramente me sorprendi y de grata manera... me conmovio tu escritura, tu relato.. pude sentirlo en la piel...


Marianela